Teleclub Bazar

Teleclub Bazar

Teleclub Bazar

Alejandro Rey-Stolle Degollada


Mis recuerdos del teleclub de Bazar se remontan a los veranos que pasé allí. Todos los años de mi vida, exceptuando el año de la “Mili”, pasaba con mi familia las vacaciones de verano en Coea. Coea y Bazar siempre han estado unidos para mí, y el teleclub de Bazar es el símbolo de Bazar.

En Bazar nos encontrábamos en dos lugares muy importantes para mí: la Iglesia, donde los domingos coincidíamos con toda la parroquia, era punto de reunión para reencontrarnos con los vecinos a la salida de las celebraciones, y el Teleclub, donde nos encontrábamos los amigos y donde charlábamos de muchas cosas y organizábamos nuestras salidas. Recuerdo con nostalgia salir de misa y tomar el aperitivo en el local.

El Teleclub y mi familia siempre han estado unidos. Recuerdo el orgullo de mi padre cuando decía a sus amigos en Barcelona que era el mejor de la provincia, gracias a su gente. También recuerdo cuando mi madre recibió la placa de “Hija adoptiva” que todavía cuelga del salón de su casa. Mis hermanas y yo participando con cualquier tema. Por no decir los cónyuges, y nuevas generaciones. Todos nos sentimos integrantes de él.

No podíamos participar de la gran variedad de actividades durante el invierno pero disfrutábamos cuando nos las contaban al llegar en verano. Salvo alguna actuación de teatro, no pudimos participar en ellas.

Gracias a las actividades del Teleclub, fundamentalmente deportivas, empecé a forjar buenas amistades, que con los años y con las salidas a fiestas, acabaron siendo permanentes.

Los campeonatos de tenis, en los que Bazar se medía con las parroquias cercanas (Xustás, Outeiro, Muimenta…) dieron mucha vida en la Parroquia, especialmente a todos los que participamos, sin darnos cuenta de lo rápido que iba pasando el tiempo.

Con los años, la pista de Bazar se deterioró y se tuvieron que jugar algunos campeonatos en Coea, pero eso no cambió el hecho de que las celebraciones y la entrega de trofeos se realizaran en el Teleclub. Todavía conservo fotografías con el local lleno, con un ambiente de fiesta y alegría.

El hecho de que los últimos años sólo haya estado en Coea durante los veranos hizo que no pudiera participar en el Teleclub de muchas de las actividades que se organizaban a lo largo del año, más cuando las vacaciones se reducían en tiempo debido a las obligaciones laborales y familiares. Los únicos momentos en los que tenía contacto con el Teleclub seguían siendo a la salida de misa de los domingos, que siempre estaba abierto para entrar.

Cuando hace unos años la Directiva pudo construir una nueva pista de tenis en el Teleclub, y gracias también a la habilidad de un buen amigo, el Teleclub para mí adquirió una nueva dimensión: los campeonatos de tenis infantiles. Aprovechando la infraestructura del Teleclub empecé a organizar durante los veranos un torneo de tenis especialmente pensando para chicos, con dos objetivos: el principal, para crear/fomentar lazos de unión entre todos los niños de las parroquias, recordando los buenos momentos que pasé cuando tenía su edad y también, cómo no, para promocionar este deporte, que tanto viví en mi familia, entre los más pequeños. Inicialmente también quise organizar un campeonato con viejas glorias de las competiciones entre parroquias, pero eso ha quedado pendiente.

Los campeonatos de tenis de Bazar se llevan organizando durante casi diez años. Creo que no me equivoco al decir que se ha conseguido una participación de chicos de todas las edades y de todos los lugares de la provincia, donde han podido disfrutar y compartir muchos buenos momentos, dentro de un marco de competición donde se han fomentado valores, ilusiones y diversión, volviendo a ser una referencia de la comarca, como ya lo fuera antaño.

punto de reunión para reencontrarnos con los vecinos a la salida de las celebraciones, y el Teleclub, donde nos encontrábamos los amigos y donde charlábamos de muchas cosas y organizábamos nuestras salidas. Recuerdo con nostalgia salir de misa y tomar el aperitivo en el local.

El Teleclub y mi familia siempre han estado unidos. Recuerdo el orgullo de mi padre cuando decía a sus amigos en Barcelona que era el mejor de la provincia, gracias a su gente. También recuerdo cuando mi madre recibió la placa de “Hija adoptiva” que todavía cuelga del salón de su casa. Mis hermanas y yo participando con cualquier tema. Por no decir los cónyuges, y nuevas generaciones. Todos nos sentimos integrantes de él.

No podíamos participar de la gran variedad de actividades durante el invierno pero disfrutábamos cuando nos las contaban al llegar en verano. Salvo alguna actuación de teatro, no pudimos participar en ellas.

Gracias a las actividades del Teleclub, fundamentalmente deportivas, empecé a forjar buenas amistades, que con los años y con las salidas a fiestas, acabaron siendo permanentes.

Los campeonatos de tenis, en los que Bazar se medía con las parroquias cercanas (Xustás, Outeiro, Muimenta…) dieron mucha vida en la Parroquia, especialmente a todos los que participamos, sin darnos cuenta de lo rápido que iba pasando el tiempo.

Con los años, la pista de Bazar se deterioró y se tuvieron que jugar algunos campeonatos en Coea, pero eso no cambió el hecho de que las celebraciones y la entrega de trofeos se realizaran en el Teleclub. Todavía conservo fotografías con el local lleno, con un ambiente de fiesta y alegría.

El hecho de que los últimos años sólo haya estado en Coea durante los veranos hizo que no pudiera participar en el Teleclub de muchas de las actividades que se organizaban a lo largo del año, más cuando las vacaciones se reducían en tiempo debido a las obligaciones laborales y familiares. Los únicos momentos en los que tenía contacto con el Teleclub seguían siendo a la salida de misa de los domingos, que siempre estaba abierto para entrar.

Cuando hace unos años la Directiva pudo construir una nueva pista de tenis en el Teleclub, y gracias también a la habilidad de un buen amigo, el Teleclub para mí adquirió una nueva dimensión: los campeonatos de tenis infantiles. Aprovechando la infraestructura del Teleclub empecé a organizar durante los veranos un torneo de tenis especialmente pensando para chicos, con dos objetivos: el principal, para crear/fomentar lazos de unión entre todos los niños de las parroquias, recordando los buenos momentos que pasé cuando tenía su edad y también, cómo no, para promocionar este deporte, que tanto viví en mi familia, entre los más pequeños. Inicialmente también quise organizar un campeonato con viejas glorias de las competiciones entre parroquias, pero eso ha quedado pendiente.

Los campeonatos de tenis de Bazar se llevan organizando durante casi diez años. Creo que no me equivoco al decir que se ha conseguido una participación de chicos de todas las edades y de todos los lugares de la provincia, donde han podido disfrutar y compartir muchos buenos momentos, dentro de un marco de competición donde se han fomentado valores, ilusiones y diversión, volviendo a ser una referencia de la comarca, como ya lo fuera antaño.

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